lunes, 4 de junio de 2012

El origen de "Para Elisa"

En 1810, Beethoven fue a un concierto de una niña, esta estaba tocando muy bien hasta que intentó una pieza de este. La niña se aturdió hasta el punto de que fue incapaz de tocarla y salió de la sala llorando. Beethoven corrió tras ella y le preguntó por qué no había podido seguir con su pieza. Ella respondió que todas sus composiciones eran muy difíciles. Beethoven para tranquilizarla la prometió componer una sonata para ella. Al día siguiente, la joven pianista recibió la partitura de “Para Elisa”. Curiosamente, la niña se llamaba Teresa y no Elisa, pero cuando Ludwig Nohl descubrió la pieza en 1865 la transcribió erróneamente como “Para Elisa”.





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